La industria petrolera fue la punta de lanza para el avance sostenido que la humanidad mantuvo en el siglo XX. Es una de las industrias que más avanzó en materia tecnológica al desarrollar grandes posibilidades en diferentes ramos y áreas. Los nuevos retos que enfrenta en la actualidad representan enormes oportunidades de crecimiento y de profundización de los beneficios que el petróleo representa, tanto para el desarrollo humano y social como el económico.
En México, los combustibles fósiles permanecerán varias décadas más como la principal fuente de suministro de energía como lo señaló la ex secretaría de Energía Georgina Kessel en el marco del 45 Aniversario del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) en el 2010.
Para el 2030, según datos de la Secretaría de Energía, los combustibles fósiles representarán el 80 por ciento de la oferta energética mundial también que la inversión en desarrollo y adaptación de nuevas tecnologías es un elemento fundamental para construir el futuro de la industria petrolera en México.
Estas tendencias implican un reto para poder seguir abasteciendo de petróleo, gas y carbón a la economía mundial. No obstante, México al igual que otros países del mundo está impulsando una transición hacia formas sustentables de energía. Podemos enumerar entonces los desafíos que enfrenta actualmente la industria petrolera nacional:
- Convertir nuestros recursos prospectivos en reservas probadas.
- Elevar la tasa de restitución de reservas.
- Incrementar nuestra producción de crudo.
- Intensificar los esfuerzos de exploración y aplicar nuevas tecnologías.
- Incrementar la capacidad operativa de Petróleos Mexicanos.
- Reducir nuestra dependencia externa en materia de refinados.
- Disminuir la quema y venteo de gas.
- Fomentar una mayor participación de proveedores nacionales en la cadena de valor de los hidrocarburos
Fuente: revistauniversolaboral

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